lunes, 26 de julio de 2010

Cuando estamos en situaciones precarias o de gran dolor, algunas explicaciones no tienen razón de ser, por lo absurdas que se oyen, es como si le pidiéramos a alguien que sufre dolores que se aguante y ya no los sintiera. Por eso es bueno tener una poca de fe en la esperanza, esperanza que las penas no duren mucho , o que el dolor no nos afecte demasiado, para que no nos nuble el entendimiento , el mejor bálsamo para una alma adolorida, es un acto de amor y consideración al momento de dolor que esta viviendo.
Por esa razón, ojala que cuando nos toque el turno de ayudar a alguien que esta sufriendo, nuestra actitud no sea nada mas , de simpatía o de lastima , sino de una honesta esperanza en que su dolor pase pronto y la resignación haga acto de presencia acuciada por nuestra insistencia y nuestro amor a quien en ese momento sufre.
Pero no asistamos a quienes ya han muerto, o a quienes ya están tendidos en una funeraria , vayamos con los vivos, con los que afrontan un dolor dentro del camino de su vida, esos, mis amigos, esos si necesitan de nuestra amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario