jueves, 21 de octubre de 2010

lunes, 11 de octubre de 2010

Hay momentos en los que desearías no existir... retroceder y borrar de lo hecho lo que tanto ha cambiado las cosas... pero no se puede. Seguir caminando es la única posibilidad, es lo único que se hace. Pero se sabe que será duro... ojala se pudiese cambiar de camino, cambiar todo lo que tanto duele, pero ahí está y ahí seguirá estando. Mientras, ajo y agua, no hay otra. Puedes ser fuerte, o puedes no serlo. Puedes querer ser fuerte, pero no conseguirlo. Puedes querer olvidarlo, pero no sale de tu mente. Puedes querer sonreír, pero es imposible. Puedes querer no llorar, pero las lágrimas caen solas...
A veces las lágrimas duelen al caer, ya sea por las mejillas o por dentro. Llorar sin lágrimas... tu alma está destrozada, pero tu físico ni siquiera responde. Abatida, fuera del tiempo, confusa... incluso puedes quedarte dormida del cansancio, pero por dentro sigues llorando. "Mañana será otro día." Pero mañana todavía duele. Nada es lo que te parecía en esos momentos felices... nada costaba tanto levantar como cuesta ahora... nada pesa más como dar una mueca de agrado en estos momentos.

Pero hay que ser optimista... siempre tienes algo que ahora no valoras, que lo dejas de lado, porque la pena te ciega. Pero ahí está. Ese amigo que sabes que está a tu lado para absolutamente todo, ese lugar... ¿Qué estoy diciendo? Nada ni nadie puede sentir lo que tú sientes ahora. Por mucho que te abracen, por mucho que lloren contigo, en los sentimientos estás sola... Te secan las lágrimas, pero siguen quemando. Te dicen que siempre le tendrás a tu lado para todo, pero incluso con el mundo a tu lado sigue doliendo.  

Todos hemos pasado por algo así... todos nos hemos sentido solos alguna vez... todos hemos llorado a escondidas... todos hemos pensado que todo es una mierda... Pero luego se vuelve a la felicidad. Eso es lo importante. Por lo menos, disfrutamos de lo bueno de la vida en pequeños momentos...no sé si será porque la vida tiene pocas cosas buenas... creo que eso depende de cómo la quieras ver...

La ignorancia es la madre de la felicidad.- desafortunadamente, la ignorancia está muy mal vista.
Otoño. Siempre está visto como una época fría, nublada, gris. Lo es, es tiempo de empezar una rutina, las horas de sol se reducen, la oscuridad se hace paso y las plantas y árboles se dan cuenta.

En mi cabeza aumenta la capacidad de pensar, de usar la cabeza... ya no es una estación tan visual como el verano. Tardes de lluvia frustradas desde la ventana, comienzo de estudios y trabajos que te quitan las ganas de vivir en sociedad. Otoño.

Con esa descripción, entran ganas de tirarse por la ventana cuando septiembre acaba. Tampoco es eso. A diferencia de las fuertes pasiones de verano, el sol, el calor, el agua en el suelo y no sobre nuestra cabeza... En otoño comienzan los días más bonitos, melancólicos y románticos de todo el año. Es ahora cuando las pequeñas cosas destacan, pequeños momentos como una tarde paseando iluminado por las calles , un achuchón con alguien querido para evitar el frío, un corro de amigos alrededor de un banco o de una cachimba  buscando la risa para no congelarse, resurgen de nuevo.

Es cierto que la primavera-verano puede parecer una época más viva. Yo no estoy de acuerdo en eso. Alguien vivo es alguien que siente. El otoño puede ser triste para los que tienen de lo que lamentarse, puede ser tiempo de amar a los que tienen a quien amar, tiempo de escribir todo lo que ahora se puede pensar. Y todo eso, que puede parecer una pérdida de tiempo, es vida. Lo físico y lo material se sobreestima. Lo interior, se suele dejar a un lado. Yo considero que ese interior indestructible, alma lo llaman, es la vida, y en el otoño, sale con más fuerza.
En estos momentos me encantaría estar sola, en un lugar desierto. Poder gritar, poder llorar sin que nadie venga a preguntarme qué me pasa, poder correr sin límite y descargar todo lo que agobia por dentro.. Pero no es así.
Tengo personas a las que hacer feliz, al igual que necesito que los míos lo estén para yo estarlo. Me quedan muchas sonrisas por echar, muchas carcajadas por soltar.. Lo que no se es cuándo lo haré.. Cuando surja, supongo.. pero ahora el futuro está borroso y en este agujero solo hay espacio para ver lo que ahoga, o simplemente para no ver. 

Cada uno tiene su propia vida, su propia vista de la realidad, su propio yo.. pero todos tenemos que ganar en nuestra vida. A veces se gana, otras se pierde. Pero estamos aquí para ganar.
-El verdadero perdedor no es aquél que no gana. El verdadero perdedor es aquél que tiene tanto miedo a no ganar que ni siquiera lo intenta.-

 
Pero los mios sonríen.. asi que, a pesar de todo, soy felíz. 
Solo que para aprender a vivir hay que saber salir.
Salir se sale. Cuándo, depende de mí.