jueves, 11 de julio de 2013

El principio del fin...

Esa sensación que te desgarra por dentro lenta y dolorosamente. Esa sensación que no se ve pero se siente, y se siente demasiado real, demasiado viva, que te va consumiendo poco a poco como el fuego cuando convierte algo en cenizas. Y entonces te das cuenta que todo ha acabado, que no le volverás a ver y que tú ya no serás más tú, sólo un cúmulo de carne y huesos dejado caer en un bote de cenizas. De pronto ya nada tiene sentido, nada es igual, y nada volverá a ser igual. Ya una vez todo acabó y el mundo se te vino encima, pero esta vez es peor, después de 10 meses de su compañía, es peor. Duele mucho más y eso que creí que era algo imposible, pero ya veo que no, nada es imposible salvo derrumbarse, dejarse caer una vez más, desaparecer para el mundo porque cada cosa te recuerda a él, no poder salir ni al portal porque ahí has pasado tantas noches con él... Pero ni siquiera poder salir al salón porque ahí también ha estado, y en la cocina y en el baño... Incluso en el sitio más tuyo que es tu  cama, y vaya... has dormido en esa misma cama con su camiseta, pegada a su aroma toda la noche... Por lo tanto no te queda ni un rincón que no te recuerde a él. Duele tanto y el dolor es insoportable, una sensación de vacío en el pecho que no había experimentado antes, notar que falta aire en los pulmones, aspirar profundamente todo el aire que eres capaz y nada...sigue faltando aire. Es un hecho que nunca he amado tanto a alguien como le amo a él... Y por absurdo que parezca solo hay una solución para ello. Es tan fácil como levantar el telefono y esperar a una fecha concreta para subirse al avión sin mirar atrás... Creo que ya hay fecha programada 15 de septiembre y entonces todo aquí habrá acabado... Y aún así todos serían intentos fallidos del principio del fin...

No hay comentarios:

Publicar un comentario