martes, 12 de abril de 2011

Siempre.

Aun tengo el sabor de la ginebra barata en los labios, y ya tengo un dolor de cabeza similar al que provocan cien panderetas al odio. No es resaca, ni siquiera estoy borracha, pero una vez más, mi cabeza pide estallar. No es por mi, ni por nadie en especial, simplemente no da tanto de si, no tiene capacidad para tanta... ¿Fantasía? ¿Dramatismo? No se como llamarlo, pero me canso de pensar, me canso de hablar, me canso de mi misma, solo quiero música, o por defecto, silencio... silencio absoluto, silencio perfecto, silencio eterno.
No tengo más palabras, solo me duele la cabeza, y vuelvo a forzar el insomnio. Esto no debe ser sano.

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